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Proyecto Primera Línea del Metro de Bogotá

Con una población de 8,3 millones de habitantes para el año 2020[1], Bogotá, capital y hogar de migrantes de todos los rincones de Colombia, avanza a paso firme en el proyecto de infraestructura más grande del país, la Primera Línea del Metro. 

Con 23,9 km, será una de las primeras líneas más extensas del continente, por encima de las de ciudades como Quito (22 km), Panamá (21 km), Sao Paulo (20,4 km), Santiago (19,3 km), Ciudad de México (18,8 km), Río de Janeiro (16,0), Santo Domingo (14,5 km) y Buenos Aires (9,4 km).

Las obras iniciarán en el año 2020 por el patio taller, que tendrá un área de 32 hectáreas, destinada al mantenimiento, reparación y pernoctación de los primeros 30 trenes con los que operará el metro.  El patio taller tendrá capacidad para alojar hasta 60 trenes de 140 metros de largo por 2,90 metros de ancho, cada uno de los cuales tendrá entre 6 y 7 vagones y una capacidad de 1.800 pasajeros.  Conectarán el sur y el norte en solo 27 minutos con una velocidad media de 43 km/h.

Con el fin de ser lo más eficientes posible, para la construcción del metro se activarán frentes de trabajo en simultánea y se utilizarán las mejores tecnologías y elementos prefabricados existentes en el mundo. 

El Tramo 1, totalmente financiado por la Nación, el Distrito y la banca multilateral, irá desde el Portal Américas hasta la avenida Caracas, a lo largo de la avenida Villavicencio, la avenida Primero de Mayo, la calle 8 Sur y la calle 1, por donde girará hacia el norte por la avenida Caracas hasta la calle 78.  Los casi 24 kilómetros de trazado incluyen un ramal técnico, entre el patio taller y la primera estación, y un tramo de maniobras de retorno en la avenida Caracas entre calles 74 y 78.

El trazado del metro es producto de un análisis realizado en el año 2010 que determinó que la primera línea debería pasar por algunos de los sectores más poblados y con mayores necesidades de transporte de la ciudad. El metro de Bogotá movilizará 72 mil pasajeros hora/sentido (más de un millón de pasajeros al día), beneficiando, de manera directa, a los habitantes de 78 barrios en nueve localidades.

En una ciudad en la cual se realizan 12,7 millones de viajes diarios, de los cuales el 50,1% son en transporte público (TransMilenio, alimentadores, buses y taxis) y el 25,1% a pie y en bicicleta[2], el metro llegará para complementar el sistema masivo de transporte e integrarse con los otros modos. De las 16 estaciones que tendrá el sistema, 10 tendrán conexión directa con TransMilenio. Las troncales sociales alimentadoras de la avenida Ciudad de Cali y la avenida 68 permitirán que más bogotanos se trasladen de manera eficiente; adicionalmente, se construirán 19 kilómetros de ciclorrutas y se adecuarán alrededor de 10 mil biciparqueaderos en las estaciones.

La estructura del viaducto será sismorresistente y tendrá una altura de 13,5 metros (a nivel de riel), según las condiciones de la vía y la infraestructura existente. Gracias a las obras complementarias, Bogotá ganará 1,4 millones de metros cuadrados de espacio público, entre renovado y generado, incluyendo andenes, separadores, plazoletas, ciclorrutas y vías.                            

La Primera Línea del Metro de Bogotá ha sido concebida bajo parámetros de eficiencia energética y medioambiental, operará con luz y ventilación natural, lo cual representa ahorros muy importantes en las fases de obras y operación, sin costo para el usuario y sin costo para el planeta. Los trenes operarán con energías limpias, el sistema será ciento por ciento eléctrico y generará miles de empleos para la mano de obra colombiana.

El metro llegará para integrarse con el sistema de transporte público. Para el año 2030, 80% de los bogotanos tendrán una línea de transporte masivo, metro o troncales a menos de un kilómetro de distancia.

Para hacer realidad el metro, se han surtido 47 pasos. Entre los que más sobresalen está el cumplimiento de los requisitos para lograr la declaratoria de importancia estratégica, el compromiso de las vigencias futuras de la Nación y el Distrito, la suscripción del convenio de cofinanciación, la aprobación del cupo de endeudamiento, el concepto favorable de la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, que habilita a la Empresa Metro a buscar los créditos, la suscripción de los créditos con la banca multilateral y la apertura del proceso de selección.  En este proceso, el proyecto ha superado rigurosas evaluaciones y aprobaciones del Gobierno nacional y de la banca multilateral que permitieron asegurar la financiación y afirmar que la Primera Línea del Metro de Bogotá es una realidad.

Hoy, seis consorcios están en la puja por adjudicarse la concesión de construcción y operación, por veinte años. A este proceso le falta la etapa final, que consiste en la presentación de ofertas económicas y la adjudicación, entre septiembre y octubre de este año.

El metro de Bogotá es más que un sistema de transporte. Es un gran proyecto urbanístico, de renovación urbana, que transformará a la ciudad y aportará a su calidad de vida y productividad de la ciudad.

 

[1] Secretaria Distrital de Movilidad. Encuesta de Movilidad, 2015. 

[2] Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Proyecciones nacionales y departamentales de población 2005-2020.